La película de Sofía Coppola relata una historia en la que se habla de amor, amistad, madurez, traición y la ciudad de Tokio es un factor importantísimo que ayuda a reforzar esos sentimientos.
Como os he comentado esta peli es la primera que he elegido para mi blog porque es el claro ejemplo de lo que el cine produjo en mí. Desde que vi esa película en el 2003 Tokio fue una ciudad que deseaba visitar y por fín el año pasado lo conseguí. Una vez allí, visité el hotel Hyatt donde los protagonistas se conocen y pasan gran parte del tiempo, atravesé el cruce de Shibuya y recorrí las calles de Shinjuku con la misma confusión con las que las recorría Bill Murray. E incluso, aunque me avergüence un poco decirlo, entré en un karaoke y me imaginé a Scarlett Johansson cantando en uno de esos pequeños cubículos.
Estoy segura que si hiciéramos una encuesta preguntando aspectos que conocen de Tokio, un gran porcentaje nombraría esta película como quien se acuerda de un monumento típico de la ciudad. Es una gran película y Tokio una gran ciudad con lo cual la combinación es perfecta.
Si no la habéis visto os la recomiendo, pero cuidado!! porque a lo mejor este verano os veo viajando a Japón!!
さようなら (Sayonara!!!)
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